Desde mi Sofá | Obed Silva

 

Tijuana, B. C. 24 de abril de 2022.- Después del fuerte enfrentamiento del presidente del INE contra el Presidente de México, el senador Ricardo Monreal informó que la próxima semana el Congreso de la Unión recibirá la iniciativa que el Poder Ejecutivo enviará en materia de una nueva reforma electoral.

En el registro de la historia política de nuestro país, encontramos que de manera periódica se han llevado a cabo reformas al entramado de las reglas electorales.

Desde la época de la hegemonía del partido único hasta el pluripartidismo, el sistema electoral ha evolucionado sin lograr que el atavismo del “fraude electoral” se haya erradicado en la práctica de los partidos políticos y mucho menos en el imaginario popular.

La honda huella del fraude sigue latente en la práctica de los partidos a pesar de los complejos mecanismos antifraude previstos en la ley para evitar la falsificación de credenciales, padrón, boletas, actas de casilla e integración de mesas receptoras de votos.

En términos reales se puede afirmar que el fraude en la falsificación de la voluntad popular en las urnas se erradicó pero la manipulación de la voluntad no.

Sin embargo, la anunciada reforma no pretende fortalecer el libre ejercicio del voto sino que tiene especial dedicatoria al INE.

Tal propósito, provocó la ira de la “oposición” quienes al manifestar su rechazo a la intención aducen que “atacar al INE es atacar a la democracia” por tanto, en los próximos meses continuaremos viendo la rudisima confrontación mediática pero ahora el tema será, el INE.

El presidente del INE fijó su posición al afirmar; “no creo que sea indispensable una reforma electoral…” mientras que el morenista Mario Delgado reviró diciendo que “no se trata de un embate contra el INE, estamos hablando de una reforma electoral para que las instituciones se adecúen a la realidad…”

En ese tono, el líder morenista delineó los tres ejes de la reforma que la 4T impulsará:
1. Elección directa de consejeros electorales mediante voto popular,
2. Que no haya despilfarro, ni en el INE ni por los partidos políticos y,
3. Que se eliminen los legisladores plurinominales.

Al parecer los morenistas están convencidos de que nuestro sistema político electoral se fortalecerá con el hecho de que los consejeros ganen menos, que los partidos reciban menos, que haya menos diputados y menos senadores.

Rubros como la democracia interna en los partidos, la promoción de la educación política, el combate eficaz a las prácticas de compra de votos, el ejercicio de la libre expresión en campañas electorales, la lucha contra la discriminación politica, la eficacia de la justicia electoral y el impulso de la democracia participativa mediante el control político de la ciudadania sobre las instituciones, pueden esperar a que concluya “la noche de los cuchillos largos”.

¡Nomás por joder!

  • Los partidos “opositores” concederán a Morena transformar al INE a cambio de que les mantengan los 200 diputados y los 32 senadores plurinominales necesarios para su sobrevivencia.

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