Dura lex, sed lex | Xavier Carvajal

 

Tijuana, B. C. 7 de abril de 2022.- Hoy, amigo(a)s, trataré un tema que considera de alto riesgo: La intervención de militares en el quehacer político. Hacía décadas, que no se veía a autoridades castrenses en campañas políticas. Tal como el pasado 2 de abril, vimos al Gobernador Ricardo Mejía del Estado de Tamaulipas, acompañado del Cmdte. de la Guardia Nacional Gral. de División Luis Rodriguez Mucio, haciendo abiertamente campaña inmiscuido en favor de la “ratificación de mandato” del Presidente Ló-pez y del candidato de Morena a la gobernatura de la Entidad.

Luis Rodríguez Bucio, es un general del Estado Mayor de México. Fue nombrado el 11 de abril de 2019, como primer Comandante General de la Guardia Nacional por el presidente Ló-pez.

En estos días, también, se vio al alto militar, arribar al aeropuerto de Veracruz, en un Jet de la Guardia Nacional, acompañando al Secretario de Gobernación,
Adán Augusto López Hernández, quien a su vez, se hizo acompañar de funcionarios del primer nivel del gobierno federal, tales como, Norma Rocío Nahle García, Secretaría de Energía; Tatiana Cloutier, Secretaría de Economía; Alejandra Frausto, Secretaría de Cultura; Armando Guadiana, Senador de la República y de los gobernadores Cuitlahuac Garcia Jimenez, de Veracruz y Arturo Durazo Montaño, de Sonora; asi como de Mario Delgado, Presidente del Comité Nacional de Morena y de otros funcionarios más, de primer nivel, tanto Estatal como Federal.

Después de observarle tan activo, habría que exigirle al titular de la Guardia Nacional, que informe: ¿En calidad de qué acudió a eventos de Morena?; ¿Qué ley le faculta promocionar una Consulta? y ¿Quién le ordenó utilizar una nave oficial, para trasladarse con el Secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernandez y otros miembros del gabinete nacional y líderes de Morena a las campañas para elecciones en los Estados de Tamaulipas, Sonora y Veracruz?.

No podemos pasar por alto,
el aforismo romano *”dura lex, sed lex”*, que se traduce como: “La ley es dura, pero es ley”. Esto nos indica, que la ley, en todo momento por el sólo hecho de serlo, debe ser cumplida y nada, ni nadie debe pasar por encima de ella. Sin embargo, todo parece indicar, que a las autoridades de más alto rango en el país antes mencionados, incluyendo al Presidente Ló-pez, (ahora hasta a la milicia), para ellos, *la ley no existe.* Pasan por alto que, la Constitución y las leyes electorales, ordenan categóricamente, que en época de elecciones, como en la que estamos inmersos, con la “ratificación de mandato”, que a los servidores públicos, les está prohibido hacer actos de proselitismo, en favor de la consulta constitucional y abstenerse de realizar acciones de difusión e información y magnificar las obras del titular del poder ejecutivo federal. Aún mayor, es la prohibición a las autoridades militares; quienes, como en el caso de la Guardia Nacional, que debiera ceñirse a sus facultades, relacionadas con el propósito de su creación, como supuestamente resulta ser, el combate al crimen organizado.

Bajo estas condiciones, sumadas a la violación de la ley y toda una gama de artimañas del gobierno federal, que antes les he comentado, no creo que esté legitimado el ejercicio constitucional del próximo 10 de abril, por lo que me abstendré de ir a votar; y más aún, cuando están peligrosamente inmiscuidas autoridades castrenses en el proceso.

Al tiempo amigo(a)s…al tiempo.

• El autor es abogado y analista político.

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