Desde mi Sofá | Obed Silva
Tijuana, B. C. 19 de junio de 2022.- ¿En alguna ocasión usted ha notado que en su lugar favorito le agregan menos aguacate a los tacos? ¿Qué los envases de las bebidas son del mismo tamaño pero más delgados? ¿O qué las grandes bolsas de papitas están llenas… pero de aire?
En términos de la ciencia económica, se le llama reduflación (shrinkflatio en inglés) y es el proceso comercial mediante el cual los productos de consumo diario se reducen de tamaño, calidad o cantidad, mientras que su precio es el mismo o aumenta.
Esta triquiñuela mercantil es el efecto del aumento en el nivel general de los precios manifestado por unidad de peso o volumen y se debe a la pérdida del poder adquisitivo de la moneda, la caída del poder de compra de los consumidores y/o el aumento del costo de los insumos.
Según los expertos, la reduflación es una forma de adaptación de la oferta de productos de consumo a la presión inflacionaria, y se plantea “para evitar una perturbación en la dinámica de transferencias hacia el mercado, y ante la competencia”, provocando una sigilosa, callada y letal inflación.
El término surge en la década de 2010 en medios anglosajones, como un acrónimo de shrink, que significa “reducción” la cual es muy notoria en productos envasados y aunque tal hecho no es bien recibido por los consumidores, las formas de presentación así como la publicidad provoca que se sigan comprando.
La reducción del tamaño de los envases y calidad de los productos en lugar de subir los precios prolifera durante épocas de alta inflación, aumentando ésta sin que se note.
Los fabricantes del papel higiénico, el yogur, el café, la harina, embutidos y otros productos están calladamente reduciendo el contenido y tamaño de sus empaques en lugar de aumentar los precios.
Edgar Dworsky, que estudia la inflación, comentó en su portal Consumer World que comenzó a notar que las cajas de cereal para su desayuno se habían empequeñecido.
El fenómeno creció y el experto menciona decenas de ejemplos, como el del papel higiénico Ultra Clean Care de Cottonelle, que tiene ahora 312 hojas comparadas con las 340 de antes, o el del café Folgers, que ahora ofrece 43.5 onzas en lugar de 51, pero sigue diciendo que se pueden preparar 400 tazas de café.
Las bolsas de Fritos en presentación “Party Size” pesaban 18 onzas. Ahora contienen 15.5 onzas y su precio aumentó.
PepsiCo admitió haber reducido el tamaño de las botellas de Gatorade. Las botellas de 32 onzas están dando paso a unas de 28, encogidas en el medio para que sea más fácil sostenerlas.
Domino’s Pizza anunció en enero pasado que ofrecería ocho alitas de pollo en lugar de 10 ¡por el mismo precio de siempre! Y lo justificó diciendo que “el pollo está más caro”.
Esta “estrategia” golpea a los estratos económicos más vulnerables y por ejemplo, en la India la reducción del tamaño de los envases se encuentra mayormente en las zonas rurales, donde la gente es más pobre y más sensible a los aumentos de precios.
Todos sabemos que cuando se reduce el tamaño de un envase, difícilmente vuelva a su antiguo tamaño. La inflación “gota a gota” es la forma que han diseñado los grandes conglomerados económicos para trasladar el costo de la inflación a los consumidores más endebles.
¡Nomás por joder!
La política monetarista exige que para disminuir la inflación, se hagan recortes en el gasto público y control de la oferta de dinero mediante altas tasas de interés. Sin embargo, con esta receta siempre pagan el mayor costo social los que menos tienen.
• El columnista es abogado y analista político….